Señoras y señores, parece ser, que si no sufrimos hasta el último segundo, no somos argentinos.
En el marco emocionante del Circuito Mundial Seven de Singapur, el partido por el quinto puesto entre Argentina y Sudáfrica, se convirtió en un enfrentamiento épico que dejó a los aficionados al rugby sin aliento. Los Pumas, ansiosos por asegurar el primer lugar en el circuito mundial de seven, se enfrentaban a un Sudáfrica determinado a hacerles frente hasta el último minuto.
Los Pumas Seven se convirtieron en los mejores del mundo por primera vez en la historia
Desde el inicio, Sudáfrica tomó las riendas del partido, controlando el primer tiempo de manera magistral. No concedieron oportunidades a los Pumas de obtener la pelota limpia, ni de crear jugadas decisivas para marcar tries. La precisión ofensiva sudafricana fue implacable, convirtiendo en dos ocasiones la posesión en tries que mantuvieron a Argentina contra las cuerdas.
Sin embargo, como suele ocurrir en los encuentros deportivos más intensos, el espíritu de lucha y la determinación pueden cambiar el curso de un partido. A pesar de la desventaja en el marcador, los Pumas demostraron su fortaleza en defensa, realizando tackles sólidos y manteniendo una postura firme ante el ataque sudafricano.
El primer tiempo terminó con un resultado desfavorable para Argentina, pero el ambiente en el campo reflejaba una determinación inquebrantable por parte de los Pumas. Como reza el dicho popular, «parece que si no sufrimos, no somos argentinos», y esta situación desafiante solo sirvió para alimentar el fuego competitivo de los Pumas.
El entretiempo, ir por todo
El descanso fue un momento crucial para el equipo argentino. Con el apoyo de su cuerpo técnico y la energía renovada, los jugadores regresaron al campo listos para cambiar el rumbo del partido. El segundo tiempo prometía ser una batalla aún más intensa.
Sin lugar a dudas, la charla en el entre tiempo surtió un efecto notable. Los Pumas saltaron al campo con determinación, decididos a dejarlo todo por la victoria. Fue entonces cuando una jugada espectacular dio inicio al vendaval argentino.
En una secuencia de juego magistral, la pelota se movió de forma sublime por toda la cancha hasta llegar a manos de Tobías Wade, cuyo pase milimétrico encontró a Agustín Fraga en posición perfecta para anotar el primer try. El estadio retumbó con el rugido de los aficionados argentinos al ver el marcador ponerse 10-7 a favor de su equipo, tras la conversión impecable de Wade.
Con el reloj marcando los minutos finales, los Pumas intensificaron su presión sobre los sudafricanos, asfixiándolos en cada movimiento y forzando errores. La estrategia dio sus frutos cuando, en un último esfuerzo heroico, Tobías Wade se hizo dueño de una pelota crucial que definió el destino del partido.
Pumas, locura y pasión
El pitido final desató una explosión de emociones en el estadio y en todo el país. Argentina se consagró como los mejores del mundo en el circuito de seven por primera vez en la historia, un logro que no solo representa la destreza y el coraje de un equipo, sino también el espíritu indomable que caracteriza al deporte argentino. En un partido para el infarto, Los Pumas demostraron una vez más, que cuando se trata de rugby, la pasión y la entrega no conocen límites.
A continuación, les dejamos los audios de los protagonistas, comenzando por el arquitecto de todo este proyecto, en Director técnico de Los Pumas Campeones, Santiago Gómez Cora.
Desde ya, queremos darle las gracias a ustedes, por estar con nosotros en cada edición que estuvimos subiendo desde el primer partido en Dubai.
Señoras y señores, El rugby argentino está en lo más alto del mundo, y Viviendo rugby los felicita.
Nos vemos en Madrid
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