El debut de Los Pumas en el Rugby Championship 2024 fue una verdadera batalla en el Sky Stadium de Wellington, donde el equipo argentino demostró desde el primer minuto que no iba a ceder terreno ante los poderosos All Blacks. El primer tiempo fue un festival de intensidad, concentración y una férrea defensa, que dejó el marcador en un ajustado 20-15 a favor de los locales.
Un inicio con muchos penales
El inicio fue prometedor para los argentinos. Apenas en el segundo minuto, Los Pumas estuvieron a punto de abrir el marcador en una jugada incisiva por el sector izquierdo. La defensa neozelandesa, liderada por Beauden Barrett, reaccionó a tiempo para evitar que el ataque culminara en puntos.
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Poco después, Matías Moroni rompió la línea de defensa con una notable carrera, pero un inoportuno knock-on frustró lo que podría haber sido el primer try del partido.
Nueva Zelanda respondió con la efectividad que los caracteriza. A los 12 minutos, un penal concedido por Los Pumas fue capitalizado por Damian McKenzie, quien con precisión puso el 3-0 en el marcador. Sin darle respiro a los visitantes, una jugada brillante de McKenzie y un preciso kick de Barrett dejaron a Sam Darry en posición para apoyar el primer try del encuentro, ampliando la ventaja a 10-0.
Lejos de desanimarse, Los Pumas mantuvieron su presión. Santiago Chocobares encontró un hueco en la defensa neozelandesa, y Lucio Cinti, con una carrera electrizante, logró anotar el primer try argentino. El marcador se acortaba a 10-5, y el partido tomaba un ritmo frenético.
La disciplina fue un factor crucial en este tramo del encuentro. Aunque Los Pumas habían comenzado con una serie de penales que les costaron caro, lograron estabilizarse y reducir los errores. No obstante, Beauden Barrett volvió a castigar con su precisión, estirando la ventaja a 13-5. Sin embargo, Santiago Carreras respondió rápidamente con un penal que mantuvo a Los Pumas a tiro, poniendo el marcador en 13-8.
Con el reloj acercándose al final del primer tiempo, los All Blacks volvieron a mostrar su contundencia. Anton Lienert-Brown aprovechó un espacio en la defensa argentina para anotar un nuevo try, llevando el marcador a 20-8. Pero Los Pumas no se quedaron atrás; en la salida, aprovechando un error de manejo de los neozelandeses, un inspirado wing tucumano recogió la pelota suelta y se zambulló en el ingoal rival, cerrando el primer tiempo con un 20-15 que dejaba todo abierto para el segundo acto.
Este primer tiempo dejó en claro que Los Pumas estaban decididos a pelear hasta el final en este Rugby Championship, enfrentando a los All Blacks de igual a igual en su propia casa.
Los Pumas, jugando a Los Pumas
En el segundo tiempo del enfrentamiento entre Los Pumas y los All Blacks en el Rugby Championship 2024, los argentinos demostraron que estaban listos para hacer historia en el Sky Stadium de Wellington. El inicio de la segunda mitad no pudo ser más prometedor: Franco Molina, el cordobés que ha sido una revelación en esta edición del torneo, sorprendió a la poderosa defensa neozelandesa al capitalizar un maul con una potencia y determinación que dejó a los All Blacks sin respuesta. Con la conversión de Santiago Carreras, Los Pumas lograron tomar la delantera por 22-20, encendiendo la esperanza de una hazaña monumental.
Pero los All Blacks, fieles a su historia, respondieron de inmediato. Damian McKenzie, con la precisión que lo caracteriza, acertó un penal que devolvió a los locales la ventaja por 23-22. La tensión en Wellington era palpable, con cada jugada marcando el destino del encuentro. Los Pumas, lejos de amedrentarse, continuaron presionando. Tras un polémico penal, que muchos consideraron merecedor de una tarjeta amarilla por un tackle peligroso, Carreras volvió a tomar la responsabilidad y acertó para retomar la ventaja: Nueva Zelanda 23-25 Los Pumas.
El partido, cargado de adrenalina, no dio tregua. Los hombres de negro, heridos en su orgullo, intensificaron su ataque. En un movimiento rápido y letal, Mark Telea se escapó entre la defensa argentina y apoyó debajo de los palos, asegurando la conversión de McKenzie que dejó el marcador 30-25 a favor de los All Blacks. Pero Los Pumas no estaban dispuestos a ceder. Santiago Carreras, con otra precisa patada, acortó la distancia, dejando el marcador en 30-28.
Un detalle curioso del partido fue que, a los 60 minutos, se produjo el primer scrum del encuentro, algo inusual en un partido tan físico. Nueva Zelanda intentó ampliar su ventaja, pero un pase hacia adelante de McKenzie fue revisado por el TMO y anulado, manteniendo a Los Pumas en la pelea.
Increíble victoria en Wellington: Los Pumas y un partido para la historia
La perseverancia argentina dio frutos en los minutos finales. Con otro remate a los palos, Carreras achicó aún más la diferencia, y a diez minutos del final, Agustín Creevy, en su regreso al equipo, desató la euforia. Con toda su experiencia y fuerza, el histórico hooker coronó una jugada en ataque que devolvió la ventaja a Los Pumas. Con el try y la conversión de Carreras, el marcador quedó en 35-30, dejando a los All Blacks contra las cuerdas.
Sobre el final, en un intento audaz, Tomás Albornoz casi sentencia el partido con un drop, pero su remate se fue apenas desviado. Sin embargo, el árbitro retrotrajo la acción a una ventaja previa, y Santiago Carreras no perdonó. Con otro penal, cerró el marcador en 38-30, asegurando una victoria histórica para Los Pumas ante los subcampeones del mundo. El pitido final desató la celebración argentina, con un triunfo que quedará grabado en la memoria de todos los aficionados al rugby.
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