Los Ángeles, California. La racha de 18 victorias consecutivas de Los Pumas 7s llegó a su fin este domingo en Los Ángeles, tras caer en cuartos de final ante Irlanda por un marcador final de 24-14.
Un encuentro vibrante, plagado de emociones y decisiones arbitrales controvertidas que, sin duda, generarán debate en el mundo del rugby.
Un primer tiempo de dominio argentino.
El partido comenzó con la misma tónica que el cruce de ambos equipos en la fase de grupos: Irlanda buscando imponer su ritmo y Los Pumas acechando, esperando el momento oportuno para contraatacar. Y esa oportunidad llegó a los 3 minutos, cuando Rodrigo Isgró culminó una gran jugada colectiva para anotar el primer try del encuentro.
La respuesta irlandesa no se hizo esperar y, a través de Terry Kennedy, descontaron en el marcador. Sin embargo, Los Pumas no se amilanaron y, con un sublime pick and go, Gastón «Toto» Mare amplió la ventaja argentina a 14-5 al finalizar el primer tiempo.
Segundo tiempo: lesiones, amarillas y la polémica del partido.
La complementaria arrancó con un panorama desalentador para Los Pumas. Primero, Lucio González se vio obligado a abandonar el campo tras sufrir un golpe en su mano. A esto se le sumó la amarilla a Rodrigo Isgró por un tackle innecesario, dejando al equipo argentino con un jugador menos durante dos minutos cruciales.
Pero la gota que colmó el vaso llegó a los 10 minutos del segundo tiempo: Matías Osadczuk realizó un tackle legal sobre un jugador irlandés que se encontraba en pleno despeje, sin embargo, el árbitro francés Jeremy Rozier no solo sancionó penal a favor de Irlanda, sino que también amonestó al jugador argentino. Una decisión incomprensible que generó la furia de los jugadores y del público presente.
Con dos jugadores menos y un arbitraje adverso, Los Pumas 7s no pudieron revertir el resultado y sucumbieron ante la potencia irlandesa. El sueño del bicampeonato se esfumaba en Los Ángeles, dejando un sabor amargo en la boca de los argentinos.
Más allá de la derrota, Los Pumas 7s han demostrado ser un equipo de elite.
El hambre de gloria sigue intacta y la mente ya está puesta en el próximo desafío: el Seven de Hong Kong, que se disputará del 5 al 7 de abril. Será tiempo de lamer las heridas, recuperar energías y volver a la carga con la misma garra y determinación que caracteriza a este equipo que nos llena de orgullo.
¿Fue el arbitraje de Rozier el factor determinante en la derrota? La pregunta queda abierta para el debate. Lo cierto es que Los Pumas 7s se vieron perjudicados por decisiones arbitrales controvertidas, que sin duda condicionaron el desarrollo del encuentro. Sin embargo, esto no debe empañar la gran actuación del equipo durante todo el torneo.
Los Pumas 7s nos han regalado momentos inolvidables y han elevado el nombre de Argentina a lo más alto del rugby mundial. Es hora de brindarles nuestro apoyo incondicional y esperar con ansias el próximo desafío. ¡Vamos Pumas, carajo!
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